"Tu hogar es tu templo, tu refugio y tu castillo: purifícalo, bendícelo y protégelo".
Tu hogar es el espacio seguro para poder pedir ayuda, expresar la vulnerabilidad y renovar energía.
Tu hogar es el descanso, el retiro y la calma.
Tu hogar es el espacio sagrado en el que cultivas la paz, armonía y bendiciones.
Tu hogar es la fortaleza que te protege de las amenazas externas.
Aprópiate de tu hogar, hazlo tuyo, purifícalo, bendícelo, protégelo.
Aprende a quien abrirle la puerta, a quien invitar y a quien mantener alejado.
Aprende a cultivar tu privacidad e intimidad en el hogar.
Aprende a alejar las energías positivas y a atraer las positivas.
Aprende a invocar y mantener en tu hogar al espíritu de la Divinidad.
Un altar casero, el trabajo diario y las ofrendas diarias te ayudarán a bendecir, purificar y proteger tu hogar.